miércoles, 18 de febrero de 2009

TAKILLAKKTA: ¿EVANGELIZACIÓN O ADOCTRINAMIENTO A TRAVES DE LA MUSICA?

Takillakkta considera que su razón de ser es la evangelización a través de la música. O mejor dicho, a través de la letra de la música. Pues la música solo parece ser el condimento necesario para que el mensaje, expresado en el texto de la canción, llegue a la audiencia. Takillakkta, sobre todo en las canciones que fueron compuestas a partir de 1989, concibe la música como un vehículo sonoramente agradable sobre el cual va montada la letra de la canción, que se constituye en la finalidad misma del tema musical. Esa letra debe ser de contenido religioso y construida en base a frases hechas y léxico preestablecido propio de la institución católica a la cual pertenece el grupo. Ese es el motivo por el cual todas las canciones de Takillakkta deben tener el visto bueno del Fundador, quien las revisa para verificar que el texto se ajuste a su propia ideología religiosa. Y es por eso mismo que muchas de las canciones de Takillakkta posteriores a 1989 se parecen tanto en su lenguaje.

Ahora bien, ¿son estas canciones verdaderamente evangelizadoras? El público de Takillakkta ha estado conformado por gente ya comprometida con la fe dentro de las diferentes asociaciones que promueve la institución católica, o a otros niveles por gente que, de una u otra manera, está comprometida con su parroquia o con la Iglesia en general. Takillakkta nunca ha tocado frente a un público ajeno a la fe, o por lo menos con una actitud neutral.

Considerando que la evangelización consiste en una proclamación del Evangelio, a fin de que la gente se convierta y crea, no parece ser que Takillakkta haya estado cumpliendo esta función, sino más bien la de animar a un público creyente, que puede pasar un momento agradable y festivo con canciones que reflejen sus propias creencias. Teniendo en cuenta las restricciones de lenguaje a que están sometidos los integrantes de Takillakkta en sus canciones, puede concluirse que Takillakkta se ha convertido en el conjunto musical de una determinada institución católica y de las asociaciones que dependen de ella. Que yo sepa, nadie se ha comprometido con la fe sólo por escuchar a Takillakkta. Además, no creo que la música del grupo tenga valor para gente ajena a la fe, es decir, para las personas que necesitan realmente ser evangelizadas.

Sin embargo, hay quienes se han sentido tocados en el fondo de su alma cuando han escuchado algunos temas de Takillakkta, en particular aquellos compuestos anteriormente a 1989 y que utilizan un lenguaje más natural y poético. Varios de estos temas se pueden encontrar en en los CDs "América de nuestra fe", "Reconciliación" y "América 500 años".

En estas canciones la música va íntimamente unida al texto. Lo que dicen las palabras se apoya intrínsecamente en la atmósfera sonora que genera la música, y a su vez la música es expresión de las imágenes que evocan las palabras. Se da entonces lo que yo llamo la "sinceridad" del tema musical: que lo que se canta le suene a los oyentes como auténtico y verdadero.

Asimismo, en muchas de estas canciones –y en las que yo mismo he compuesto posteriormente– la misma elección de las palabras obedece no sólo a las imágenes y emociones que sugieren, sino también a su sonoridad misma. Es por eso que la elaboración del texto puede ser una tarea más ardua que la composición de la música misma. La letra de la canción también debe ser musical, lo cual es imposible de lograr cuando se renuncia a la poesía y se prefiere los enunciados ideológicos –o propios de una espiritualidad–, correctos probablemente en un contexto académico o militante, pero fuera de contexto en una expresión artística.

La canción, para tener vida, debe partir primordialmente de una vivencia propia y no de un contenido ideológico religioso que se busca difundir. El lenguaje teórico académico tiene su propia finalidad, ocupando un lugar importante en la vida, pero es poco apropiado para ser insertado en una obra musical, que requiere de un lenguaje más afín a la poesía. Para mí el texto se construye en base a símbolos e imágenes que, cual pinceladas sobre un cuadro, van dando forma a una experiencia vital. Si bien mis primeras canciones fueron algo conceptuales, aunque no del todo, poco a poco fui evolucionando hacia el concepto de canción que aquí detallo.

Takillakkta, pudiendo ser un proyecto de mayores alcances, realmente evangelizador, se ha limitado a ser un grupo de música con base folklórica que causa simpatía y agrado, pero que carece de ese elan vital que sólo se encuentra en el arte y que mueve fibras profundas de la conciencia humana. Algo de esto, todavía en estado de inmadurez, se encontraba en algunas de las canciones de la primera etapa de Takillakkta. Esto se fue diluyendo con la proliferación de canciones meramente bonitas, con textos estereotipados parchados de clichés, donde falta la vertiente social y humana de muchas de las canciones de la primera etapa. Asimismo, Takillakkta dejó de tocar piezas puramente instrumentales, olvidando que la música misma es mensaje y no solamente el acompañamiento de un discurso que, por demasiado conceptual, no llega a calar hondo en los corazones. No se debe olvidar que la música misma, en estado de desnudez, puede ser un lenguaje que diga más que muchas palabras y que conmueva hasta las lágrimas o eleve el alma hasta el éxtasis.

2 comentarios:

  1. Que visión tan empobrecida de la evangelización... si usted dice haber compuesto cantos tan interesantes, qué le pasó?

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  2. No llego a entender tu comentario, Pepito. ¿Cuál es la visión empobrecida de la evangelización, la mía o la de Takillakkta?

    Puers a mí no me ha pasado nada. Durante mucho tiempo puse mis talentos al servicio de una especie de propaganda religiosa, lo cual no impidió que afloraran coas más profundas y valiosas en muchas de esas canciones, aun cuando unas cuantas de esas canciones no me parezcan actualmente valiosas.

    He querido seguir componiendo, pero las obligaciones de la vida me lo han impedido por el momento. Pero tengo la impresión de que algo se está gestando, y aflorará en cualquier momento bajo la forma de canciones más maduras y bellas. Y que quizás sean mucho más evangelizadoras, pues estarán impregnadas del paso de Dios a través de mi historia personal.

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