viernes, 6 de febrero de 2009

HOMENAJE

Los integrantes de Takillakkta de la primera etapa, que va desde su conformación en 1983 hasta fines de 1988, emplearon como traje distintivo unos toscos ponchos marrones de lana de alpaca. Nos sentíamos orgullosos cuando al inicio de nuestras primeras presentaciones, Alejandro Bermúdez, entonces líder del grupo, decía con voz potente:

"¡el poncho que llevamos puesto
ningún carajo lo ha de pisar!"


Mientras Takillakkta tuvo como signo distintivo esos ponchos, primó la creatividad, un animado espíritu colectivo y, sobre todo, ese sentimiento de aventura de estar abriendo nuevos caminos.

Quiero aquí rendir homenaje a todos aquellos que le dieron vida al Takillakkta del poncho marrón, a través de su esfuerzo, su don creativo, su carisma de gentes, su talento musical.

Las fotos aquí incluidas fueron tomadas durante el concierto del 25 aniversario de Takillakkta, realizado el 11 de octubre del 2008 en el auditorio del Colegio Santa Úrsula en Lima (Perú), evento en el que participaron como músicos invitados algunos antiguos integrantes del conjunto.


ALEJANDRO BERMÚDEZ

De carácter enérgico, temperamento fogoso y verbo florido, supo insuflarle fuerza a nuestras presentaciones y hacer que el público vibrara intensamente con nuestras interpretaciones. A la vez dio espacio a cada uno de los demás miembros del grupo para que pudiera brillar personalmente, dentro de un aliento colectivo marcado por una compenetración mutua. No se trató nunca del Takillakkta de Alejandro Bermúdez, sino del Takillakkta de todos nosotros con Alejandro Bermúdez como su motor interno. El punto fuerte de Alejandro fue la interpretación, pues carecía de dotes para la composición. No obstante, supo elegir con mucho acierto un par de melodías ya existentes, a las cuales les cambió la letra, convirtiéndolas en los temas más exitosos de Takillakkta, a saber:

1. Taita Dios
2. Cristo glorioso
3. Virgencita apenada
4. Virgencita de Cocharcas


RICARDO TRENEMANN

Con su carácter sereno y conocimiento musical, le dio medida y orden a los temas interpretados por el conjunto, a la vez que contribuía con arreglos musicales que le daban más lustre a mis composiciones. Cuando tocaba el charango, desataba la energía interior que, por lo general, mostraba de manera contenida. Gracias a su crucial aporte, Takillakkta se libró muchas veces de caer en la anarquía musical. Sin su colaboración, muchas de mis canciones no tendrían la forma que revisten actualmente. Nos ha dejado un solo tema navideño interpretado por Takillakkta, a saber:

1. Vamos felices cantando

Sin embargo, en el álbum de Voz de Esperanza "Camino hacia la Pascua" (1998) aparecen dos canciones más de su autoría, que son himnos litúrgicos a los cuales les puso música:

2. Es Cristo, el Señor
3. ¿Dónde está muerte, tu victoria?


MARIO "PEPE" QUEZADA

De carácter jovial, siempre de buen humor, supo acompañar con ritmo nuestras canciones, al compás enérgico del bombo. Siendo de ancestros bolivianos, se compenetró desde un principio con la música que tocábamos, inspirada en el folklore boliviano. Aportaba una buena dosis de tranquilidad y buen humor, especialmente cuando había discrepancias sobre algún punto entre los demás miembros del grupo.


CARLOS AGUILAR

Su aporte fue esencial para la supervivencia del grupo, una vez que de los miembros originales sólo quedé yo. Su sangre morena y su raigambre popular le inyectaron ritmo y calidez a las interpretaciones del grupo, particularmente a través de una voz cargada de sentimiento. Sin su carisma personal, unido a su habilidad para interpretar la guitarra y el charango, poco hubiera podido yo hacer para darle continuidad al grupo. Con Carlos vivimos los peores momentos de Takillakkta, así como uno de sus mejores momentos durante la presentación en el Congreso Internacional de la Reconciliación realizado en Tacna en el año 1987.

Su vena compositora dio como fruto tal vez las canciones más cargadas de ritmo de nuestro repertorio, en un estilo que no se adscribe a ningún género andino conocido, sino que es una mezcla de diversas influencias musicales. Las letras tal vez no sean muy originales –a veces prestadas de otros autores–, pero sí adecuadas y compenetradas íntimamente con la música. Son dignos de aprecio su entusiasmo y su paciente trabajo en las sesiones de grabación de 1988-1989, que darían lugar a los dos primeros álbumes de Takillakkta.

Estas son las canciones de Takillakkta que compuso Carlos Aguilar:

1. Oración por el Novenario
2. Madre la Reconciliación
3. Levántate y camina
4. Madre de los pobres
5. Misterio
6. Siempre velando
7. Amanecer
8. El gran día


En este homenaje no se puede dejar de mencionar a quienes creyeron en el proyecto de Takillakkta y se comprometieron con él, vistiendo también el poncho marrón característico:
  • Pablo Pilco (zampoñas)
  • Fernando Valle (zampoñas, quena)
  • Mario Giurfa (zampoñas)
  • Ricardo Gibu (quena)
  • Víctor "Titín" Díaz (bombo, percusión)
  • Hernán La Rosa (guitarra)
  • Pepe Angeles (charango)


Quiero homenajear también a JAVIER LETURIA, quien asumió a partir del año 1989 la dirección del grupo, cambió los ponchos marrones por ponchos guinda, y ha permanecido hasta ahora como único miembro constante, dándole continuidad al grupo. Mi homenaje también a todos aquellos cuyos nombres no se menciona y que contribuyeron al proyecto.

Finalmente mi homenaje a Alvaro Cuba, ex-miembro de Takillakkta, quien participó en las sesiones de grabación de "Señor de la Esperanza" (2004), pero su nombre no fue incluido en los créditos de las portadas del CD. Vistió el poncho guinda, pero no se lo dejó pisar.

1 comentario:

  1. Gracias Takillakkta Gracias Hermana Hilda se que desde arriba me cuidas.

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