Esta canción ocupa un lugar especial en mi corazón. Me brotó de lo más hondo del sentimiento y se plasmó en un poema de amor, manifiesto de amistad a un Jesús cercano, compartiendo mis inquietudes y solidarizándose con mis luchas personales, a la vez que me brindaba un horizonte de vida sin límites, abierto a insondables posibilidades.
Si bien la melodía y la letra de mi canción se inspiran remotamente en algunas canciones del cantor y compositor argentino Víctor Heredia –algunas de ellas me siguen poniendo al borde de las lágrimas–, hay como un hálito de sana rebeldía e inconformismo en el tema, que es de cosecha propia. En Jesús siempre he visto la encarnación del inconformismo guiado por un amor audaz e inabarcable hacia los hombres, sin temor a la incomprensión, las sanciones sociales ni las leyes humanas. Su destino había de tener como consecuencia ineludible ser incomprendido y traicionado hasta por sus mismos seguidores. Y esto ha ocurrido paradójicamente en todos los tiempos, incluso los actuales. El conformismo burgués de muchos cristianos ha hecho que la presencia del cristianismo sea percibida como irrelevante por muchos de nuestros contemporáneos.
La canción fue grabada en las sesiones del año 1989, sin mi participación. Por ese motivo, hay dos pequeñas diferencias en la letra respecto a lo que yo considero la versión definitiva, debido a que se tomó como base un escrito mío de carácter provisional. Por entonces, yo todavía no estaba seguro de si la palabra "culpa" era la mejor, o sí debía poner "pecado". Finalmente, opté por dejarlo como estaba. No pasó lo mismo con los versos sobre la Virgen María, donde decía originalmente:
Y tu Madre, forjadora de hombres,
trazará senderos hasta el infinito,
donde quedarán con nuestra sangre escritos
el trabajo y el sudor de seguirte siempre.
Finalmente, cambié "hasta" por "hacia", pues me parecía que la primera preposición era limitante y daba la impresión de alcanzar una meta (hasta aquí no más), mientras que "hacia" indicaba una dirección que se abría a inefables posibilidades sin límites. El infinito no se alcanza, uno siempre está en camino hacia él, como quien se dirige hacia una realidad inabarcable. Es una importante diferencia de matiz.
También cambié "trabajo" por "esfuerzo", porque me parecía que esta palabra sugería más fuerza, más empuje, más vitalidad que "trabajo" y se asociaba mejor con "sudor", además de que acústicamente encajaba mejor en el contexto sonoro de la letra.
Lamentablemente, una vez que fui excluido de Takillakkta y se continuó en 1989 –bajo la dirección de Javier Leturia– las grabaciones iniciadas en 1988, no se me consultó nada sobre la interpretación y la letra de mis canciones. Y Hermano Jesús se dio a conocer con esas pequeñas divergencias respecto a lo que realmente quería su autor.
HERMANO JESÚS (LETRA DEFINITIVA)
Hermano Jesús, a ti te canto,
porque en tu mirar humano y divino
brillan las estrellas de nuestro destino
y se agota el manantial donde brota el llanto.
Hermano del alma, compañero,
ya tu corazón palpita en nuestras almas:
rompe, pues, la falsedad de aquella calma
que empantana esperanzas en el desierto.
Lucharemos contigo
hasta la muerte, amigo,
sangre de nuestro trigo
que el viento llevará.
Hermanos de la tierra,
pasó el tiempo de tregua,
levantemos banderas
que en el pecho ondearán.
Hermano, yo creo que tus huellas,
desgarraron de la culpa las cadenas
y grabaron hondas marcas en las venas
de esos hombres que arrebatarán las estrellas.
Y tu Madre, forjadora de hombres,
trazará senderos hacia el infinito,
donde quedarán con nuestra sangre escritos
el esfuerzo y el sudor de seguirte siempre.
Lucharemos contigo
hasta la muerte, amigo,
sangre de nuestro trigo
que el viento llevará.
Hermanos de la tierra,
pasó el tiempo de tregua,
levantemos banderas
que en el pecho ondearán.
El pan de nuestras manos,
el amor que cantamos
es tierra que ganamos
a la furia del mal.
Si bien la melodía y la letra de mi canción se inspiran remotamente en algunas canciones del cantor y compositor argentino Víctor Heredia –algunas de ellas me siguen poniendo al borde de las lágrimas–, hay como un hálito de sana rebeldía e inconformismo en el tema, que es de cosecha propia. En Jesús siempre he visto la encarnación del inconformismo guiado por un amor audaz e inabarcable hacia los hombres, sin temor a la incomprensión, las sanciones sociales ni las leyes humanas. Su destino había de tener como consecuencia ineludible ser incomprendido y traicionado hasta por sus mismos seguidores. Y esto ha ocurrido paradójicamente en todos los tiempos, incluso los actuales. El conformismo burgués de muchos cristianos ha hecho que la presencia del cristianismo sea percibida como irrelevante por muchos de nuestros contemporáneos.
La canción fue grabada en las sesiones del año 1989, sin mi participación. Por ese motivo, hay dos pequeñas diferencias en la letra respecto a lo que yo considero la versión definitiva, debido a que se tomó como base un escrito mío de carácter provisional. Por entonces, yo todavía no estaba seguro de si la palabra "culpa" era la mejor, o sí debía poner "pecado". Finalmente, opté por dejarlo como estaba. No pasó lo mismo con los versos sobre la Virgen María, donde decía originalmente:
Y tu Madre, forjadora de hombres,
trazará senderos hasta el infinito,
donde quedarán con nuestra sangre escritos
el trabajo y el sudor de seguirte siempre.
Finalmente, cambié "hasta" por "hacia", pues me parecía que la primera preposición era limitante y daba la impresión de alcanzar una meta (hasta aquí no más), mientras que "hacia" indicaba una dirección que se abría a inefables posibilidades sin límites. El infinito no se alcanza, uno siempre está en camino hacia él, como quien se dirige hacia una realidad inabarcable. Es una importante diferencia de matiz.
También cambié "trabajo" por "esfuerzo", porque me parecía que esta palabra sugería más fuerza, más empuje, más vitalidad que "trabajo" y se asociaba mejor con "sudor", además de que acústicamente encajaba mejor en el contexto sonoro de la letra.
Lamentablemente, una vez que fui excluido de Takillakkta y se continuó en 1989 –bajo la dirección de Javier Leturia– las grabaciones iniciadas en 1988, no se me consultó nada sobre la interpretación y la letra de mis canciones. Y Hermano Jesús se dio a conocer con esas pequeñas divergencias respecto a lo que realmente quería su autor.
HERMANO JESÚS (LETRA DEFINITIVA)
Hermano Jesús, a ti te canto,
porque en tu mirar humano y divino
brillan las estrellas de nuestro destino
y se agota el manantial donde brota el llanto.
Hermano del alma, compañero,
ya tu corazón palpita en nuestras almas:
rompe, pues, la falsedad de aquella calma
que empantana esperanzas en el desierto.
Lucharemos contigo
hasta la muerte, amigo,
sangre de nuestro trigo
que el viento llevará.
Hermanos de la tierra,
pasó el tiempo de tregua,
levantemos banderas
que en el pecho ondearán.
Hermano, yo creo que tus huellas,
desgarraron de la culpa las cadenas
y grabaron hondas marcas en las venas
de esos hombres que arrebatarán las estrellas.
Y tu Madre, forjadora de hombres,
trazará senderos hacia el infinito,
donde quedarán con nuestra sangre escritos
el esfuerzo y el sudor de seguirte siempre.
Lucharemos contigo
hasta la muerte, amigo,
sangre de nuestro trigo
que el viento llevará.
Hermanos de la tierra,
pasó el tiempo de tregua,
levantemos banderas
que en el pecho ondearán.
El pan de nuestras manos,
el amor que cantamos
es tierra que ganamos
a la furia del mal.

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